Quien desarrolla amor por las mascotas es capaz de disfrutar de uno de los sentimientos más puros asociados a los afectos. Desde la perspectiva humana, son los niños que nunca crecen, desde la perspectiva de las mascotas, a lo mejor, somos los eternos amigos para jugar y acompañarnos.
Nuestras mascotas no entienden de pasado ni futuro, sólo viven y disfrutan del presente con quienes les brindan protección. La espera puede ser de horas o de décadas, pero siempre nos esperan. Y si no llegamos, hasta el último día de su existencia, mantienen el dolor por la ausencia y la esperanza de volvernos a ver.
Las mascotas estimulan el sentimiento de compañía, confianza y seguridad. La sola interacción con ellos, nos distrae y elimina el estrés. Estos singulares animales, poco entienden de decepciones, depresiones o de nuestra cosmovisión, pero sienten o perciben lo que sucede. Su intuición les da la capacidad de detectar el peligro y alertar. Y si de grandes peligros tenemos que hacer referencia, con las mascotas nos libramos de ser víctimas de instintos típicamente humanos como la envidia o soberbia entre muchos otros.
En minimec, como en cualquier familia, también tenemos mascota, y él es nuestro Golfo, un maravilloso west highland, que luce con orgullo una de nuestras prendas de "Lino y Algodón", y que se prestó, como uno a más, a ser fotografiado para la presentación de la colección.
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